DE BADOSTÁIN A BERLIN ORIENTAL
Historia y compromiso de las hermanas Úriz
Las dos hermanas durante los últimos años de vida de Pepita (derecha) en la zona oriental de Berlín.
Pepita y Elisa probablemente mientras residían en Madrid a comienzos del siglo XX, antes de trasladarse a Cataluña.
Introducción
Si hubiera que destacar alguno de los muchos valores de las hermanas Josefa (Pepita) y Elisa Úriz Pi, nacidas respectivamente en las localidades navarras de Badostáin y Tafalla los años 1883 y 1893, este sería el profundo compromiso social que asumieron a lo largo de toda su vida. Profesoras en las Escuelas de Magisterio de Cataluña (Girona, Lleida, Tarragona y Barcelona), Pepita y Elisa tuvieron un protagonismo y una proyección histórica de alcance internacional por la defensa de los derechos de la mujer y de la infancia. Aún de forma más sobresaliente fue su contribución a los avances pedagógicos en una España todavía anclada en el pasado, adelantándose en más de 50 años a los métodos de Enseñanza que se implantarían durante la década de los sesenta del siglo XX.
Militantes comunistas con la II República, impulsaron las primeras organizaciones feministas y la Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza (FETE), principal sindicato del profesorado. El asesinato de Antonio Sesé, igualmente líder sindical y marido de Elisa, dio en mayo de 1937 un giro trascendental a sus vidas, ya que, a partir de ese momento, solo la muerte conseguiría separarles. Al estallar la II Guerra Mundial, ocuparon un lugar de honor en la épica lucha de la Resistencia Francesa contra la dominación nazi. Pese a ello, en 1951 fueron expulsadas a la República Democrática de Alemania debido a la Guerra Fría durante la Operación Bolero-Paprika. Ambas murieron en el exilio de Berlín Oriental: Pepita en 1958 y Elisa, veintiún años más tarde, en 1979, sin que ninguna de las dos hubiera podido regresar a su tierra natal.
Guión e investigación
Manuel Martorell —Elizondo (Navarra), 1953— es periodista e historiador. Sus estudios se han centrado en las dos principales fuerzas que desafiaron al franquismo tras la Guerra Civil: el PCE monzonista, que levantó en armas al Maquis, y el carlismo liderado por Manuel Fal Conde y Javier de Borbón-Parma.