Sociedad
14 de septiembre de 2015
Entrevista a Manuel Martorell en Diario de Noticias
En el día de ayer el Diario de Noticias de Navarra publicó entrevista con Manuel Martorell respecto a la acusación de terrorismo que hace la administración americana.
EL PERIODISTA NAVARRO MANUEL MARTORELL
“Es una aberración intelectual que Estados Unidos me considere un terrorista”
Manuel Martorell es un periodista navarro que no puede entrar en el ‘país de la libertad’ ya que está calificado como terrorista por sus años de trabajo con el pueblo kurdo
IÑIGO MUNÁRRIZ - Domingo, 13 de Septiembre de 2015
PAMPLONA - Un periodista con vínculos con Oriente Próximo, confundido con un prófugo de la Justicia e incluido en una lista de terroristas. No se trata de la última película de Hollywood, pero la realidad, una vez más, supera a la ficción.
¿Cuál es la realidad del pueblo kurdo?
-Es un pueblo que, a raíz de la Primera Guerra Mundial, quedó dividido en cuatro partes y, desde entonces, su historia es una sucesión de rebeliones e insurrecciones populares para alcanzar unos mínimos derechos nacionales. Para su desgracia, hace miles de años se asentó en uno de los lugares con mayor peso geoestratégico del planeta. Por ello, el pueblo kurdo está atrapado entre varios estados muy distintos: Turquía está en el ámbito de la OTAN, Siria en el ámbito de la antigua URSS, Irak ha dado bandazos e Irán ha sido, durante años, el gendarme de EEUU. De todo esto viene el sufrimiento que ha vivido el pueblo kurdo.
Y a eso se une la presencia de Estado Islámico.
-Claro, para nuestra desgracia se ha extendido la idea de que el islam indica integrismo y sin embargo, la historia del pueblo kurdo muestra que durante siglos ha permitido la convivencia de culturas y religiones muy distintas. Entre los kurdos hay musulmanes sunís y también heterodoxos, también hay cristianos, y sobre todo hay un corriente importante de personas con espíritu laico. Por eso Estado Islámico y los kurdos son incompatibles, no pueden convivir.
¿Cree que EEUU mentía cuando le dijo que no podía viajar al país porque su nombre coincidía con el de un ecuatoriano con causas pendientes?
-Es que no hay más remedio que pensar que me estaban engañando, y cuando reclamé me pidieron un montón de datos sobre lo que había hecho en los últimos 15 años e información de mi familia. En un principio me hacían preguntas para contrastar con esa otra persona, pensaba que era normal, pero al dar esa gran cantidad de información personal era imposible que me equivocaran, salvo que los servicios de inteligencia de EEUU sean realmente una porquería. Lo que creo es que la diplomática tenía una información tapadera para resolver el expediente en ese momento.
Comenta que tiene un “fuerte compromiso con las dramáticas vicisitudes del pueblo kurdo”, ¿considera haber cruzado alguna línea roja?
-Yo he viajado por todas las zonas del Kurdistán y he tenido una relación estable con todas las organizaciones, lo reconozco, hasta con el PKK, que para mí nunca ha sido un grupo terrorista y todo el mundo sabe que colabora con EEUU para luchar contra Estado Islámico. Tengo amigos en los cuatro principales partidos kurdos pero no participo en sus líneas políticas. Sí que he asistido a eventos culturales en donde había representantes de esas organizaciones, pero no tiene nada que ver con poner una bomba o matar a una persona.
¿Qué supone para usted que le califiquen de terrorista?
-Es una barbaridad, una aberración intelectual. Me priva de un derecho de los ciudadanos españoles a viajar a EEUU sin solicitar visado. Ahora si viajo a un lugar donde no saben qué es el pueblo kurdo, ni el País Vasco, ni Navarra, ni quién es Manuel Martorell y, ahora que el terrorismo se vincula a gente muy radical y donde la información de los servicios secretos es compartida, ¿con qué tranquilidad puedo viajar a esos países? EEUU ha puesto en serio riesgo la seguridad de mi persona.
¿Tiene miedo?
-No, pero me preocupa. Si yo viajo a EEUU, inmediatamente entro en prisión. También sé que si contrato a un abogado y se aclara todo salgo en libertad, es una estupidez lo que está ocurriendo, por eso no tengo miedo.
Cuenta que desde la embajada de EEUU en Madrid le pidieron concretar una cita con un miembro de un organización vinculada con el PKK que, finalmente, no se realizó. ¿Pudo ser una prueba para ver su grado de vinculación?
-Una explicación puede estar en ese hecho, pero también puede ser un estúpido error. Además, me sorprendió que durante la entrevista con la diplomática me dijera: ‘Igual es porque eres vasco’, y pensé: ¿esta tía por qué dice eso? Hace más de 30 años que no estoy vinculado con ninguna organización política. A veces me han llamado a algunas actividades en las que había gente de la izquierda abertzale, pero igual que he estado con gente de IU, PSOE o UPN. Cuando cené con el secretario segundo de la embajada de EEUU puso especial interés en el PKK y me preguntó si era posible entrar en contacto con ellos. Yo lo hablé y planteé la cita. Sin embargo el miembro de la embajada me dijo que no podía porque no se había aprendido bien la lección. Y quizás esa persona pudo decir que yo estaba vinculado con el PKK. Pero eso son especulaciones, por eso deben dar explicaciones.
Envió una carta al ministro Margallo. ¿Le ha respondido ya?
-No, y no espero la respuesta. Los servicios diplomáticos no se caracterizan por la eficiencia en este tipo de problemas, y menos cuando se pone en cuestión a los servicios de inteligencia de EEUU pero, ¿qué puedo hacer yo? El último derecho que nos queda es el del pataleo.